Péndulo de piedras preciosas
La historia de los péndulos se remonta a más de 4000 años. Sea cual sea el uso que quiera darle a un péndulo -para la adivinación, como consejero o ayuda en la toma de decisiones o para encontrar la respuesta a una pregunta candente- , un péndulo fabricado con una piedra preciosa es una herramienta ideal. Con su ayuda es posible concretar corazonadas, vibraciones e impresiones.
Encontrar la piedra preciosa adecuada para su péndulo
Piedras preciosas probadas para péndulos
Algunos tipos de piedra son especialmente adecuados para preguntas en determinadas áreas debido a su efecto:
Amatista - atención, clarificación, espiritualidad
Cristal de roca - iluminación, claridad, memoria
Calcita - vigor, confianza en uno mismo, optimismo
Magnesita - relajación, paciencia, escucha
Mookaite - flexibilidad, experiencia, variedad
Ágata musgo - liberación, conciencia, comunicación
Cuarzo rosa - amor, sensibilidad, reconocimiento de las necesidades
Shungita - realización, desprendimiento, superación
Serpentina - protección, cuidado, apoyo
Ojo de tigre - perspicacia, perspectiva, distancia
Madera petrificada - arraigo, estabilidad, realismo
Instrucciones para la adivinación
Asegúrate de que estás completamente tranquilo y relajado y concéntrate plenamente en el cristal del péndulo. Sujeta el péndulo por la bola del otro extremo de la cadena, de modo que el péndulo cuelgue libremente hacia abajo.
Concentra tu mente en la pregunta que te mueve y sujeta el péndulo en el centro de la tarjeta del péndulo. Espera pacientemente a que el péndulo se mueva y luego lee el consejo que aparece en la sección de la carta a la que ha apuntado el péndulo.
Limpieza y cuidado de los péndulos de piedras preciosas
Como con todas las piedras, debe limpiar y cargar el péndulo en cuanto lo haya comprado o recibido como regalo.
Después de cada sesión de péndulo, asegúrese de "cerrar" su péndulo agradeciendo a la piedra su ayuda y haciéndole saber que la sesión ha terminado.
Limpie el péndulo cuidadosamente bajo el grifo, sobre un trozo de amatista o con una mezcla de incienso y vuelva a guardarlo en su estuche.